Seguramente has oído hablar de la impresión 3D de la boca de locutores y periodistas, atónitos ante lo que han presenciado. Una máquina que parece salida de Star Trek, algo tan misterioso que puede dar forma a cosas espectaculares.
La 3era revolución industrial: impresoras WIFI y 3D
Vivimos en una época llena de avances tecnológicos, sorpresas a la vuelta de la esquina, milagros conducidos por la mismísima ciencia. Un ejemplo de esto, son las impresoras 3D, ya que con ellas, es posible crear lo que nuestra mente imagine, hasta órganos que pueden ser ocupados por ser vivos…si, órganos.
¿Necesitas alguna parte para tu lavadora, para tu televisor, o, inclusive, un órgano? Pues bien, amigo mío, bienvenido a la era digital, donde nuestros deseos y necesidades, pueden ser satisfechas por una impresora.
Las impresoras 3D utilizan una variedad de distintos tipos de tecnologías de fabricación, pero todos comparten algo en común: están diseñadas para crear un objeto tridimensional mediante una construcción capa por capa.
Imagina una sucesión de capas, una tras otra, hasta crear lo que hemos deseado. Una buena manera de imaginar esto, es con un sándwich, si un sándwich, porque son varias capas que juntas dan una forma final.
Y también hay varias impresoras en el mercado que tienen transceptores WiFi incorporados. Los administradores de red deben instalar primero la impresora a la red para que otros dispositivos conectados a la red puedan localizar la impresora. Una vez conectados, los dispositivos compatibles pueden enviar trabajos de impresión a la impresora. Esto viene muy bien para oficinas u hogares con muchos ordenadores, ya que no hay necesidad de comprar una impresora dedicada para cada máquina, todo el mundo puede acceder a la misma.
Si estás cansado de tropezar con cables o estar encadenado a un solo lugar, es posible que desees ver la impresión WIFI. Piensa en tus necesidades, ya que esto, va a determinar qué método funciona mejor para ti.
Impresoras 3D e impresoras WIFI, no cabe duda que la revolución tecnológica está aquí. Esa revolución que solo pensábamos ver en películas, esa revolución que se vive hoy y ahora; ¡y es fabuloso estar aquí para verla!
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