Las impresoras wifi han desbancado casi por completo a las conectadas con cable. Existen hasta cuatro modelos diferentes. El primero funciona a partir del correo electrónico. Son muy comunes en pequeñas empresas o en el propio hogar. Tan solo se necesita tener conectada la impresora a internet y enviar un correo electrónico previamente asignado a la máquina, para que el documento se imprima. El segundo modelo de impresora es el que realmente podría considerarse wifi de verdad. Eso sí, se necesita previamente realizar una pequeña configuración en el ordenador. La ventaja más clara es que se puede imprimir un documento desde cualquier dispositivo que tenga wifi.
El tercer modelo es el que funciona con la función AirPrint propia de Apple. De este modo, se puede mandar imprimir un documento desde cualquier aparato compatible con esta función que se encuentre dentro de tu rango de actuación. Además, no se necesita ningún tipo de instalación. Por último, la función Google Cloud Print permite imprimir digitalmente desde el propio navegador, además de enviar el documento a otro dispositivo Android asociado. De este modo dentro del propio Chrome, se puede imprimir directamente. Lo mejor, por tanto, es elegir una opción que permita los cuatro modos de impresión.
En cuanto a las ventajas propiamente dichas de una impresora wifi, una es decididamente clara. Puesto que se prescinde por completo de cables, la máquina de impresión puede colocarse en cualquier lugar del hogar que mejor nos convenga, incluso en otra habitación. Y, de hecho, se puede sacar en un momento dado de cualquier rincón solo para ser usada en ese instante. Asimismo, tampoco necesitamos tener el dispositivo desde el que imprimimos, normalmente un ordenador, en una posición determinada y ni siquiera tiene por qué estar cercano a la impresora. Además, este tipo de impresoras son perfectas para imprimir fotografías, por ejemplo, directamente desde el smartphone.
Por otro lado, una impresora wifi permite igualmente tener conectados diferentes dispositivos. De hecho, a partir de nuestro propio ordenador, otras computadoras pueden acceder igualmente a nuestra red, enviándonos desde allí los documentos que necesitemos imprimir. Basta con conectarse y autenticarse por medio del router. Sin embargo, resulta conveniente, en cualquier caso, ser cuidadosos con nuestro sistema para evitar el intrusismo de extraños en nuestro ordenador. Por ese motivo, simplemente basta con encriptar la red. Asimismo, la estabilidad de la conexión resulta igualmente algo fundamental para sacar el máximo beneficio a una impresora wifi.
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