Cuando vamos a realizar la compra de una impresa, lo primero que debemos tener en cuenta es si deseamos una impresora de inyección de tinta o una impresora láser, ya sea monocromática o color. También debemos saber si la queremos con Wi-Fi o sin Wi-Fi. El Wi-Fi nos permite trabajar con más de un ordenador conectado a la misma impresora, lo que la vuelve muy útil especialmente en ámbitos laborales, permitiendo ahorrar en costos de equipos tecnológicos. Por otro lado, si se trata de una impresora para casa, al seleccionar una impresora con Wi-Fi nos brinda la posibilidad de compartirla con el resto de la familia, especialmente si tenemos hijos con ordenadores que realizan trabajos de impresión.
Actualmente, todas las impresoras son ideales para impresiones diarias, tanto por sus calidades en impresiones gráficas, como en imágenes, textos, brindándonos la facilidad de presentar los trabajos como auténticos profesionales. Si bien podemos apreciar diferencias en la calidad de la impresión a nivel de fotografías y otras impresiones a color; pero en general, todos los modelos son bastante aceptables para el uso doméstico. Otra característica a tener en cuenta también es que el aparato disponga de pantalla LED para mejorar la usabilidad y la experiencia del usuario, con un funcionamiento más intuitivo y visual.
Respecto a las impresoras laser color, a pesar de ser más caras, presentan ventajas importantes para el usuario. En la mayoría de casos, están equipadas de una tecnología para ahorrar en el consumo, asimismo tienen un sistema para reducir el atasco de papel. También debemos decir que su memoria RAM tiene una gran capacidad de rendimiento y aunque el coste de un tóner para una impresora láser suele ser más alto, al final resulta más económico que el resto porque dura más tiempo, sin olvidarnos que el tóner de impresión de la impresora láser no caduca y mucho menos se evapora.
Por todo ello, tengamos en cuenta siempre la velocidad de impresión (además de la calidad) y por supuesto, su contribución al medio ambiente (la posibilidad de imprimir a doble cara, etc.). Podemos decir que una impresora con una media de 18 hojas por minutos es una buena impresora para uso domestico o una Pyme con un volumen de impresión medio / bajo.
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