A la hora de realizar una impresión es más común de lo que podría parecer que no salgan los colores tal y como nosotros los hemos visto en pantalla, pero ¿por qué ocurre esto? Es sencillo, solo hay que saber si imprimir en CMYK o en RGB y por eso en este post vamos a contarte la diferencia entre estos dos códigos de color y cuál es mejor en cada situación.
Imprimir en RGB
El RGB es un código de color que se usa a nivel internacional. Su nombre viene de los tres colores primarios de los que se compone: Rojo (Red), Verde (Green) y azul (Blue).
El sistema RGB se trata por tanto de una síntesis aditiva, lo que quiere decir que se puede representar cualquier color que se desee solo sumando estos tres colores básicos. Para hacer el color blanco habría que sobreponerlos todos.
Para entenderlo fácilmente digamos que cada punto que hay en una pantalla, es decir, cada píxel, cuenta con tres subpíxeles en su interior, uno de color rojo, otro de color verde y uno de color azul, por lo que cada uno con su diferente intensidad, dicta los niveles de brillo de cada color básico en una pantalla. Por tanto, RGB se usa más para diseñar imágenes, logos o elementos que se vayan a ver en pantalla únicamente.
Imprimir en CMYK
CMYK es un acrónimo que señala a lo que también es conocido como cuadricomía, que son los colores Cian (Cyan), Magenta (Magenta), Amarillo (Yellow) y Negro (Black).
Este código de color utiliza la mezcla de estos cuatro colores, de manera sustractiva y obtiene los diferentes colores a través de la deferente luminosidad de cada uno de los tonos, haciendo posible cualquier color del espectro visible.
El modelo CMYK es para imágenes, fotografías o cualquier elemento que vaya a ser impreso, ya que tiene un calidad mayor que el formato RGB y además tiene un contraste mucho más adecuado.
Lo único malo, es que con este código los archivos pesan mucho más, por ello en el ámbito digital se trabaja en RGB en vez de en CMYK.
Diferencias principales entre imprimir CMYK o RGB
Como todo, tanto un código como el otro tienen diferentes ventajas e inconvenientes. Está claro que si lo que quieres es imprimir en CMYK o RGB, lo mejor es que pases tu diseño a los colores del modelo CMYK, ya que aunque en RGB se pueden producir muchos más colores, en CMYK se visualizará mejor gracias al contraste y nivel de tonalidad que tiene.
En general, la mayoría de programas permiten hacer esta conversión.
Algo negativo del CMYK es que tiene una dificultad con los colores azules y los rojos muy oscuros, por ello se debe tener especial cuidado a la hora de trabajar con dos tonalidades distintas en un mismo proyecto.
En conclusión, entre imprimir CMYK o RGB, la opción será siempre la primera, mientras que para todo lo que vaya a ser visto en pantalla, deberá ser mediante el código RGB. Esperamos que te haya gustado nuestro post, ¡déjanos cualquier duda en los comentarios!
Comentarios recientes