Existe mucho mundo más allá de los clásicos cartuchos de tinta en blanco y negro y de los cartuchos de tinta CMYK que se utilizan para la impresión en color. Las tintas metalizadas, las tintas invisibles, las tintas de tonalidades pastel o las tintas flúor son algunos ejemplos de tintas especiales relativamente comunes a nuestro alrededor. Pero de todas las tintas especiales la más relevante probablemente sea la tinta blanca de impresora. Y en este artículo vamos a hablarte de todas sus ventajas y de cómo sacarle el máximo provecho.
Ventajas de imprimir con tinta blanca
Entre los beneficios de imprimir con tinta blanca se encuentran el secado inmediato, la posibilidad de realizar degradados y tramas del blanco, la posibilidad de personalizar tiradas cortas o la posibilidad de personalizar vectores muy finos. No obstante, la gran ventaja de la tinta blanca es obviamente la posibilidad de incorporar este tono, la suma de todos los tonos, a una impresión, ya sea una hoja en blanco, una cartulina o una camiseta. A continuación vamos a detallar los tres usos de la tinta blanca más importantes en el sector.
Qué usos tiene este tipo de impresión con tinta blanca
La impresión con tinta blanca se encuentra mucho más presente en la industria de la impresión de lo que suele pensarse. En concreto es muy frecuente su empleo para el diseño de folletos, de tarjetas de contacto, de tarjetas de felicitación, de invitaciones para eventos, de portadas de libros y otros productos culturales, de catálogos, de pegatinas, de etiquetas o de cartelería. Ahora bien: ¿a través de qué tipo de impresión se alcanzan estos resultados? Eso es lo que nos queda por ver. Son tres: la seriegrafía, la impresión digital y la offset.
Seriegrafía
La tinta blanca en seriegrafía ha sido especialmente utilizada durante las últimas décadas. Al fin y al cabo, permite introducir vectores en blanco en superficies oscuras. Hasta ahora era el único método. Había que pasar sí o sí a través de él para alcanzar esos resultados. Pero eso ya no es así. Hoy el resto de impresiones, como la de inyección de tinta o la digital, también permiten la introducción de esos vectores en blanco que proporcionen aire a las composiciones. De hecho, lo hacen con mayor calidad que el método de la seriegrafía.
Impresión digital
La impresión digital es la segunda alternativa en la que podemos utilizar un tóner blanco. Cuenta con algunos beneficios especiales como una definición excelente y una cobertura de opacidad del 100%, además de las ventajas habituales de la impresión digital como el hecho de poder imprimir grandes cantidades de copias a gran velocidad y en muy poco tiempo. Por otro lado, y esto también es muy importante, la impresión digital con tinta blanca es más económica que la impresión seriegráfica u offset con esta misma tinta.
Offset
Por último, tenemos la sublimación de tinta blanca mediante impresión offset tradicional. Gracias al desarrollo tecnológico que han vivido las impresoras de inyección de tinta, hoy los cambios de cuerpos de tinta para incorporar la tinta blanca pueden realizarse de una forma muy sencilla y eficiente. No obstante, sigue existiendo un hándicap: las tintas blancas no quedan 100% opacas sino traslúcidas, lo que hace que no de muy buenos resultados sobre materiales también traslúcidos.
Cómo conseguir los mejores resultados imprimiendo en blanco
Bajo nuestra perspectiva profesional la mejor manera de obtener buenos resultados imprimiendo en blanco es adquiriendo tóner blanco y utilizándolo en una impresora digital. Será más veloz, será más cómodo y será más barato. Además presente menos problemas secundarios que el resto de mecanismos.
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